Añoro esos días en los que estaba planeando hablarle por primera vez;
porque era una sensación de alegría y nerviosismo a la vez.
Las horas antes de hablarle se pasaban eternas y con cada vez más nervios.
Te juro que lo pasaba fatal pensando que podría salir mal
Pero salió bien.
Ahora tan solo quiero verte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario