lunes, 28 de marzo de 2011

Si estoy solo tú me acoges eres mi fiel compañía,

Me hablas sincero y me esperas cuando empieza el día.
Mi guía, mi faro de Alejandría, si me ves perdida
Te miro y elimino la tristeza en un suspiro.
Das sentido a mi existencia, tú, desobediencia,
Tú, sola presencia merece mi reverencia,
Tú, me diste un don, fuiste mi espada,
Siempre encerrada en tu prisión si la inspiración faltaba.
Desde la nada me abrazas, no prohíbes ni amenazas
Tan romántico y auténtico, tú nunca te disfrazas
Como un hada y un verdugo firme escudo en la batalla,
Tú, a quién acudo si otros fallan.
Me das retos, aventuras y responsabilidad,
Me exiges crear, me haces temblar, soñar, me curas
Me eliges para hablar si las calles están mudas.
Mientras brotas entre las notas de un piano.
Y me desintegras pintando estas noches negras,
Me alegras, me invades, me evades, alejas las tinieblas
Y me resucitas siempre, nunca me mientes
Eres el recipiente donde lágrimas se vierten.
Eres Tango y eres ritmo vives en do, re, mi, fa
Impredecible compás cuando te vistes de Jazz,
Llegas y me das oxígeno, mi único somnífero.






(El idioma de los dioses)

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